En abril de 2024, Ervin Europe celebró el décimo aniversario del inicio de la fabricación de granalla de Acero Amasteel en la fábrica de Glaubitz, cerca de Dresde, en Sajonia. En este corto periodo de tiempo, la planta y el equipo de Ervin que trabaja en ella han experimentado cambios significativos.
La planta de Glaubitz empezó a tomar forma en diciembre de 2012, cuando se inició la construcción y la instalación y puesta en marcha de todo el equipo se completó a tiempo para la primera fusión de chatarra de acero en abril de 2014, creando la primera granalla Ervin Amasteel fabricada en Alemania.
Apenas dos años después, en 2016, se aumentó la capacidad de la zona de procesamiento norte para satisfacer la creciente demanda de abrasivos Amasteel en toda Europa y al año siguiente se produjo un nuevo aumento de la capacidad con la ampliación del almacén suroeste. También en 2017, se inauguró el Centro de Pruebas Glaubitz, que ofrece a los clientes la oportunidad de experimentar por sí mismos cómo la calidad superior de la granalla y la granalla Ervin Amasteel puede mejorar sus operaciones de granallado.
En 2021, se amplió la nave de chatarra, con más espacio para separar y almacenar la chatarra de acero que se recicla para fabricar granalla Amasteel. La flexibilidad del funcionamiento del horno se mejoró en 2022 con la adición de un quemador de oxígeno que también redujo las emisiones de carbono por tonelada de abrasivo producido en Glaubitz.
Justo antes del décimo aniversario, se puso en servicio una nueva turbina eólica que suministra energía verde a la planta de fabricación, el siguiente paso en el programa de sostenibilidad de Ervin, que hará que la planta alcance unas emisiones netas de carbono cero en 2030, 15 años antes del objetivo del gobierno alemán.
Con tantos logros en tan sólo los primeros 10 años, había mucho que celebrar y un equipo de voluntarios de todas las áreas de la planta organizó una gran fiesta para todos los empleados y sus familias, junto con el personal de Ervin de la planta de fabricación de Sprockhovel, el equipo de ventas europeo y la oficina central de Berlín. Todo el mundo disfrutó de la comida y la bebida, bailando al ritmo del DJ, con el entretenimiento adicional proporcionado por un club acrobático infantil local y una banda de música tradicional. Un espectacular castillo de fuegos artificiales al aire libre completó un día memorable para todos.
