El 1 de septiembre, tras una larga espera, por fin llegó el día: numerosos clientes, procedentes de una amplia variedad de industrias, llegaron a Glaubitz para visitar la fábrica de abrasivos Ervin, donde pudieron conocer en profundidad los complejos procesos de fabricación. Además de los más de 300 abrasivos diferentes que se fabrican regularmente como parte de la gama estándar, aquí también se producen abrasivos especiales diseñados a medida según las necesidades del cliente.
El centro de pruebas Ervin resultó especialmente atractivo para los clientes, ya que les ofreció la oportunidad de probar por sí mismos el equipo de granallado y así experimentar de primera mano los efectos de los distintos tipos de granalla. Tras esta sesión práctica, los participantes comentaron lo que habían aprendido e hicieron algunas preguntas técnicas al equipo de Ervin. También se habló de otros temas, como la capacidad y seguridad del suministro en vista de la actual situación en Europa, donde existe una preocupación creciente por las cadenas de suministro.
Wolfgang Assmann, CEO de Ervin, explicó que la capacidad de almacenamiento de materias primas se ha duplicado, mejorando así la seguridad de suministro para los clientes. La capacidad de fabricación y la tasa de fusión también han aumentado, hasta aproximadamente el doble de los niveles que tenía la planta cuando se inauguró en 2015.
El éxito de la visita a la planta ha demostrado una vez más que los encuentros en persona y las reuniones en grupo desempeñan un papel importante en el cuidado y desarrollo de las relaciones entre Ervin y sus clientes.
Sascha Berger, director de ventas de Alemania, comentó: «Ahora más que nunca, el contacto interpersonal —sumado a la fiabilidad y a un tiempo de reacción rápido— es un factor de éxito importante entre socios. No me cabe duda de que este no será el último encuentro de este tipo con nuestros clientes».