Una mezcla operativa de abrasivos contaminada con aceite y grasa no solo puede aumentar los costes, sino también disminuir la productividad y el rendimiento del recubrimiento en la pieza tratada. Ervin ha combinado su conocimiento de más de 100 años de antigüedad en la fabricación de abrasivos metálicos y su apoyo a las aplicaciones de granallado para presentar AMAPURE: un aditivo mineral que limpia los abrasivos metálicos.
Pueden existir múltiples orígenes para la grasa y los aceites no deseados que entran en el sistema de granallado, aunque a menudo proceden de piezas de trabajo contaminadas. Si el aceite entra en el sistema, la mezcla operativa abrasiva quedará contaminada y extenderá dicha contaminación a todas las piezas sobre las que se trabaja. Se trata de un problema que puede reducir la limpieza y brillantez de las piezas granalladas y la idoneidad de la superficie para el revestimiento posterior, lo que puede provocar errores muy al comienzo del proceso. Otro problema a tener en cuenta con las mezclas operativas aceitosas es que sus partículas se pegan, por lo que los filtros se pueden bloquear, reduciéndose así la eficiencia de la limpieza del separador para limpieza del aire y del sistema de filtración. Una mezcla operativa mal
separada implicará un aumento de los tamaños finos, lo que podría provocar una reducción en la eficacia de la limpieza, un perfil de superficie incorrecto, un mayor desgaste y, en última instancia, un mayor coste operativo. Si los residuos aceitosos entran en el sistema de filtros, también se aumenta el riesgo de incendio y se reduce la vida útil de los mismos.
Las señales de que su mezcla operativa necesita una purificación son: demasiado polvo sobre la superficie granallada; una mala separación que provoca la aparición de una mezcla operativa fina y de atascos de partículas; resultados deficientes de la tensión superficial o de la prueba de agua en sus piezas y en la mezcla operativa; fallos en el revestimiento al inicio del proceso; pobre rendimiento de los filtros.
Amapure resuelve estos problemas uniéndose con el aceite y la grasa, por lo que, más tarde, puede eliminarse de la mezcla operativa en el separador para limpieza del aire, purificando así el sistema de granallado. De este modo, la eficiencia y los resultados del granallado vuelven a sus niveles óptimos, las piezas de trabajo recuperan su limpieza y brillo y los costes pueden mantenerse al mínimo. Asimismo, con la eliminación de la grasa y el aceite, aumenta la vida útil de los filtros y se reduce el riesgo de incendio. Amapure puede utilizarse como aditivo habitual a la máquina o bien emplearse para la limpieza puntual de una mezcla operativa contaminada. Si desde obtener una solución de granallado perfecta, combínelo con los abrasivos Amasteel o Stainless de Ervin.
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